Sunday, February 28

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Transcurren los días en esta globalidad decadente. No paran. Su freno ulterior consecuentará indeseablemente, por incesante y persistente búsqueda propia, en tragedia lenta y agonía ahogada por la inmensidad planetaria. Los mares se abren y rugen piedad, clamando así comprensión que implora el desembarazo de la enajenación humana y su abstracción voluntuosa de la naturaleza que le ha creado y le ha formado. Los desastres no son nada sino respuestas sin conciencia de esa dialéctica maleficiosa para nosotros mismos, y su expresión tangible es aquello que desde aca, desde el mundo de los humanos, llamamos "desastre natural".

¿Suaviza esta respuesta natural nuestra irrespetuosidad por la naturaleza?

Nuestra especie ha superado duras pruebas, de hambre y desacongojo, de hipotermia y salvajismo. Hemos descubierto leyes absolutas y tendenciales, hemos manipulado la química y jugado con la física. Hemos plasmado de forma excepcional ese mundo natural y hemos lidiado con la selección natural ferrea, y en ese proceso nos hemos separado tanto de nuestro propio medio que hemos puesto las cualidades y virtudes mas preciosas de nuestra esencialidad humana en fetiches y figurines que elucubran el yugo que nos hemos puesto nosotros mismos.

Desde las cuevas y aún antes, el miedo ha formado parte de nuestra existencia. La incertidumbre de ser devorado por las madrugadas, o de ser sepultado por la cueva que servía de refugio. Las experiencias no han sido fáciles, y la naturaleza ha provisto siempre, a pesar de todo, del alimento necesario para el cuerpo y para el alma.

¿Cual es el alimento del alma? La capacidad humana de reproducción, de trascender el tiempo, el efige de la crianza y la niñez y toda la inocencia que envuelve los albores de nuestras vidas. El único e institivo sentido natural, revestido por la genuina dote del amor incondicional que antepone la existencia misma a el bienestar de la fragil creatura. Hoy en día existen mujeres y hombres que niegan el amor por sus hijos al negar su existencia propia y abandonarles a su suerte, en botes de basura o a la puerta de un perfecto extraño, esperando olvidar aquel momento de suicidio para siempre jamás.

Nuestro ingenio nos ha llevado a locaciones inexploradas y paraisos, así como a pantanos hostiles. La rueda le dío al movimiento un vuelco de 360 grados a nuestra vida hacia una prematura modernidad prehistórica. Hoy en día movemos las ruedas que transportan nuestras ocupadas vidas a expensas de la pureza del alimento que se respira. La combustión, que permite la cocción de la carne y los alimentos materiales, ahora desafía nuestros pulmones y los de todos los seres vivientes. Todo aquello cubierto de la vanidad del que maneja, o simplemente por el ansia de hacer todo más rapido...

Hemos erigido preciosos palacios geniales, y adornado sus paredes con pinturas indescriptiblemente admirables, con frescos y antorchas. Hemos revestido mausoleos de oro y plata, y hemos confeccionado preciosas ropas. Ahora tambien lo hacemos, y levantamos prisiones y utilizamos las armas para intimidarles ante nuestras capacidades coercitivas.

Que no sea de extrañarnos que el castigo que inflinjimos a nuestros congéneres no sea inflinjido, en escala exponencial por nuestra madre. ¿Que sigue? ¿Inundaciones planetarias? ¿Más decesos por el castigo inclemente del frio o del calor? ¿Mas tornados, terremotos y maremotos?

¿Es que alguien ha pensado en como darle una disculpa a la que nos ama, a esa misma que insultamos sínicamente día a día?

"La vida es muy peligrosa, y no por los que hacen el mal, sino por lo que se sientan a ver lo que pasa"
-
Albert Einstein

Thursday, February 25

Medio día

el in D escriptible ángulo que dispara a cada uno de tus suspiros desde el palpitar de tus anhelos, el r I tmo de percibir la melodía del arpa hiperdimensional con la piel que te abr A za las plantas y que desborda tu espíritu en placer que baila, en la da N za, esa esperanza que añoramos fervientemente trazar, le reclama a mi A lma// gritos que acoja tus impulsos y la T idos con la llama que ellos E ncendieron en c A da uno de M is segund O s//*

"La paradoja del amor es ser uno mismo sin dejar de ser DDos..."

Monday, February 15

De esclavitud y de cadenas

Yacía semimuerto, descalzo y penetrado por el frio de esas cuatro paredes que envuelven su tragedia. Un crisantemo asomaba los pétalos entre los barrotes oxidados de ese hoyo de 20x20cm. que hace las veces de ventila. El techo escurre de humedad, y ella no para de azotar las puertas de su mente, de rayar sus ventanas y de arremeter contra la ornamenta de aquellos pasillos atascados de luz y sombra. Sigue enclavada en sus recuerdos, más como efímero alid que descarga la frustración que como sentimiento puro. El grillete de la añoranza le desholla el orgullo y le estruja la conciencia, y más cuando el sabor de la libertad solo encuentra en el gusto la hiel amarga y el desazón de la desreciprocidad y la pereza sentimental. Llega la hora del almuerzo y el custodio le lleva la ensarrada bandeja con pan de ajo y puré de papa, un poco de carne seca y cebolla, y de postre una manzana. Todo luce putrefacto, le quema cada instante y los más cotidiano como la vida se ha vuelto un suplicio que lleva su desesperación al extremo tal que sus ansias niegan su realidad miserable y rica, y los pensamientos son tan elocuentes y magníficos que aún lo ve existir. La aurora boreal se ha esfumado y con ella los opacos destellos que solían clarear su rostro, que se ha tornado nuevamente en un pálido pergamino de adulación.

Solo su lamento ahogado en lo inanimado del polvo resonarán en las exequias de su corazón, que poco supo de lo que los humanos llaman el arte de amar.

Tuesday, February 2

Tornasol

Por un instante, la dulce sensación penetra en R4 y le rebaza en dimensiones, la magnificencia de eso que hemos hecho tan nuestro lo cristaliza una vez mas. Como en 17 momentos de locura y gloria acumulada, diviso un cielo nublado y la luz que se cuela por las persianas. Eso indescriptible que te define, te renueva, y que aun permaneciendo inalterado revolotea ansioso e impaciente de nosotros, tu espíritu, sublima lo sensible de tus manos y lo hondo del silencio, funde la pintura al oleo mientras finjo abstraerme en el hermoso texto que retira mi mirada del mismo y me ruega y me suplica que contemple el pequeño memorial de terciopelo que tus caireles bordan con hilos de plata y oro en los confines del arcoiris tornasol...

"Estamos hechos de la misma materia que los sueños"
- Shakespeare