Monday, July 26

La Sandía

La tarde es, el asfalto hidráulico proyecta más resolana que la apenas filtrada por las sombras grisaceas que anuncian el eventual diluvio dominical. Me gusta contar de cielos y nubes. Soy felíz de poder escribir sobre el firmamento, casi tanto como él se enoblece al metamorfear con precisión los variados ritmos de mi diafragma y mis emociones, valiendose del clima como imagen y rango de la función que mi vitalidad define en el intervalo real. Me siento agitado y no puedo ocultarlo, me siento enojado y solo intento desahogarlo, inhalo y exhalo. Marcel Marceau y Marcel Proust. Por momentos todo se torna en una confusa maraña, miserable y ruin, donde impera el hastío general. Sin ningún raciocinio ambos deciden enfrentar al bólido de acero... lo logran y se ufanan pestilentemente; uno más ha decidido frenar la marcha un instante atrás, aunque su expresión de temor, casi salvaje, le ha delatado. La mirada mía se aleja medio instante dentro de sí; parpadeo y al regresar solo veo una silueta tambalearse entre la ventizca húmeda que, por un instante, emula pálidamente a las tardes de otoño en las que hojas secas de color ocre, rojizo, naranja y verde olivo son llevadas por millones de direcciones, describiendo así trayectorias inexorables. Su craneo descuidado es cubierto de rastas y molotes fraguados al calor del cebo de semanas, o meses, de escaso aseo. Nietzsche. El calzado que lleva está descosido y roto, lo cual explica el tambaleo incesante. El saco es marrón y la barba cerrada y negra, la piel de cobre oxidado y los ojos perdidos en la carestía de un universo propio, razonablemente humano. Por obediencia al inconciente llevo mi mano izquierda al rostro, mientras el aroma frutal me hace caer en cuenta en la ironía... este lapsus lo he vivido por desidia, capricho, por un antojo... por un rojo y jugoso trozo de sandía.

"Conócete a tí mismo, conoce el universo que está en tí"
-Alexander Jodorowsky

Sunday, July 11

Aquí

Maldecir la humanidad y decirse decepcionado de ella es el común denominador de literatos, poetas, filósofos e infinidad de congéneres comunes y corrientes que, de una u otra manera, han hecho explícito en sus periodos de existencia un silencioso y latente repudio a la "naturaleza humana", concepto revestido ideológicamente por el proceder lógico-destructivo que escinde la lógica de dicha naturaleza con el entorno natural del que forma parte, o, dicho de otra manera, aleja los destinos de la herramienta lógica de los propósitos paralelos, en teoría, del método científico, al cual se entrega esencialmente como estructura ontológica. La contradicción del hombre que se presenta como ajeno y opuesto a su propia naturaleza y a lo dispuesto por su instinto fisiológico, que reprime su líbido y recorta los espacios de la socialidad de donde es posible extirpar el cancer del morbo, se exterioriza como un conflicto de especie donde el fenómeno esencial de la vida, la reproducción, se encuentra trunca por oposiciones que se embrionan en el espacio fenoménico de nuestras mentes....

Continuará...

Saturday, July 3

Todo...

Sin cesar un momento, las visiones retrospectivas y memorias asaltan mi discernir y saturan mi respiración. La madrugada oscura y la mañana gris, esa parada de autobus por donde les ví caminar en un día falaz, el aromatico café y el humo de cigarro que, conjugados, alteran mis nervios y desatan la temblorina. Esos senderos de concreto ataviados de comercios y gente que llevan al pie del ventanal de la cocina, la tarde soleada a través de las micas para sol, ese breve y emotivo encuentro, Eva, la parada del metro tantas ocaciones transitada, esa esquina, Cerro del Agua, la bella y desgarradora canción de labios de ese anciano, el camino de reversa despues de la media noche, Coyoacán y su especial folklor, esa banca, la taquería y el puesto de elotes, el adoquín rojizo, las zapatillas y las mallas, la farmacia, el techo impermeabilizado, el verdor de los abetos, la esquina de División del Norte y Río de Churubusco, el trajinar con destino a casa, el segundo nivel del librero empotrado en el muro, la noche misma, el gusto amargo sabor a tequila, el periférico, Copilco pasada la media noche, esa esquina, Cerro del Agua, el camino de reversa, Mayorazgo, las cazuelas de barro repletas de salsa, papas, cebolla, limones, nopales y risas... los palillos regados en el suelo, las de Jose Alfredo, las charlas en ingles...

Absolutamente todo, mas allá del cristal empañado de emociones que contempla mi derrumbe una vez más, lejos de la sábana que cobijó nuestro suspiro y de las lágrimas secas en la almohada. Todo, lo habido y por haber, me recuerda a tí, a tu precioso encanto, a tu fino desdén...

Thursday, July 1

Genio

“En una sociedad de hombres no habría un genio; y es que el genio vive por la existencia de lo femenino. Es verdad: la existencia de lo femenino garantiza la asexualidad de lo espiritual en el mundo. Donde una obra, una acción, un pensamiento surge sin conocer esta existencia, surge algo malvado, algo muerto. Donde surge a partir de lo femenino, es superficial y débil y no atraviesa la noche. Pero donde este saber de lo femenino impera en el mundo, entonces sí nace lo propio del genio. Toda relación profunda entre hombre y mujer reposa en el fundamento de esta verdadera creatividad y se encuentra por tanto bajo el genio. Porque es tan erróneo interpretar la conmoción más íntima entre hombre y mujer en calidad de amor apetitivo que, de todos los grados de ese amor (incluido el amor de hombre y mujer), el más profundo y grandioso y erótica y místicamente también el más pleno, ese amor que casi es resplandeciente (si no fuera nocturno), es sin duda el amor de dos mujeres.”
-Walter Benjamin