Sunday, November 28

Oscilaciones

"Puesto que las cosas no se presentan directamente al hombre como son y el hombre no posee la facultad de penetrar de un modo directo e inmediato en la esencia de ellas, la humanidad tiene que dar un rodeo para poder conocer las cosas y la estructura de ellas. Y precisamente porque ese rodeo es la única vía de que dispone para alcanzar la verdad..."
-Karel Kosik, Dialéctica de lo concreto.


Estos síntomas crónicos de ofuscación y paulatina dormidera; prolongados por el alboroto invernal y el prejuicioso sentimentalismo a ultranza que abstrae vertiginosamente y sin miramientos una serie de complejas condiciones y sin-sabores previos buscando elucubrar sus muy bien fundadas, pero endebles, causas; coexisten en nuestro vaso de agua en forma de una tableta efervescente que contiene sedante, rico y dañino placebo para aminorar los síntomas de la perpetua monotonía formada en torno a las mareas que agitamos con nuestras alas. Me he quedado esta noche en vela, esperando por el magnetismo lunar que apacigue estas aguas, pero en su ausencia he comprendido que la contradicción solo consigue suavizarse momentaneamente cuando nos encargamos de exteriorizar lo mas instintivo y profundo de nuestra belleza natural, e intensas ráfagas de violento descontrol y gloria azotan y rechinan el espacio suprasensible, para después retornar al caos y remover del fondo los sedimentos del dejar de ser por ser lo que no se es (!), entintando así de confusión lo traslúcido y agrietando el contenedor de nuestras efusividades. Oscilaciones inestables que tienden de forma perpetua a la desilusión, agravando así la distinción cualitativa entre la creciente dulzura y el orbitismo expancionista en torno al cual ha de sustentarse aquella consecuencia de nuestro andar de pies polvorosos por esta senda.



Porque, eventualmente, somos productores de vida y arte: ideas e intelectualidad, formalidad y materialidad, conciencia, simultanea negación y afirmación de la identidad personal, lazos afectivos y compañía, alegrías y desgracias, errores e infinitas justificaciones y/o excusas a ellos, trazos y sabores, lineas de colores, emociones infinitas. La suavidad o aspereza del tránsito nuestro por ésta realidad etérea se circunscribe en nuestra determinación de insertar nuestra simultaneidad en unas u otras dimensiones de producción creativa. ¿Dar o recibir? ¿Seguir siendo o volver a ser? ¿Cambiar por amor o amar para cambiar? Cuestiones que la filosofía y la praxis descubren y encubren a cada instante. Oscilaciones que ya hemos decidido bifurcar...


Oscilaciones: mi exagerada objetividad, condición de inserción en la selección natural exacerbada en mi transitar por este camino que me ha tocado recorrer, ha llevado a rodar lágrimas por tus mejillas, mientras que tu extrema confianza en la ligereza se ha llevado las mías de paseo, junto con mis recortados caireles, por trayectorias contiguas y diveregentes en busca de la omisión o la alternancia que serene un instante el rugir del oceano y encapsule la polución y el insomnio en una seca hoja de árbol. Solo quedará esperar por la brisa de medio día que la arrastre, junto con el resto de hojas apiladas debajo del seco tronco, en direcciones aleatorias e inexorables hasta que sea capricho de la primavera regresar y, con ella, reverdescan los parajes donde han quedado sedientos de plenitud tus valles, y arrazadas por vientos rojizos mis praderas...