Saturday, July 3

Todo...

Sin cesar un momento, las visiones retrospectivas y memorias asaltan mi discernir y saturan mi respiración. La madrugada oscura y la mañana gris, esa parada de autobus por donde les ví caminar en un día falaz, el aromatico café y el humo de cigarro que, conjugados, alteran mis nervios y desatan la temblorina. Esos senderos de concreto ataviados de comercios y gente que llevan al pie del ventanal de la cocina, la tarde soleada a través de las micas para sol, ese breve y emotivo encuentro, Eva, la parada del metro tantas ocaciones transitada, esa esquina, Cerro del Agua, la bella y desgarradora canción de labios de ese anciano, el camino de reversa despues de la media noche, Coyoacán y su especial folklor, esa banca, la taquería y el puesto de elotes, el adoquín rojizo, las zapatillas y las mallas, la farmacia, el techo impermeabilizado, el verdor de los abetos, la esquina de División del Norte y Río de Churubusco, el trajinar con destino a casa, el segundo nivel del librero empotrado en el muro, la noche misma, el gusto amargo sabor a tequila, el periférico, Copilco pasada la media noche, esa esquina, Cerro del Agua, el camino de reversa, Mayorazgo, las cazuelas de barro repletas de salsa, papas, cebolla, limones, nopales y risas... los palillos regados en el suelo, las de Jose Alfredo, las charlas en ingles...

Absolutamente todo, mas allá del cristal empañado de emociones que contempla mi derrumbe una vez más, lejos de la sábana que cobijó nuestro suspiro y de las lágrimas secas en la almohada. Todo, lo habido y por haber, me recuerda a tí, a tu precioso encanto, a tu fino desdén...

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