Monday, April 12

Minueto

Mientras se derramaba la espesa tintura por el filo de la mesita de estar, esta antagonía buscaba los confines interestelares de mis entrañas, que aprisionaban un arraigado esbozo de incomprensión y frugalidad revestida de pañuelos de seda y petalos de fragante rosa que el soplo de una noche húmeda de abril alborotaba indeseablemente Todos esos rostros palidecían e imploraban por una sonrisa de complicidad, y podría jurar que la insolencia al pisar el freno casi me provocaba nauseas y mareo.

Decidí, impulsado por palpitaciones inconsistentes y contrariadas en mi pecho, entablar un díalogo con mis demonios, adiestrar el temple y buscar la calma con el propósito de no descansar hasta sentirme dominado por ella. Tal fue mi anhelo que abstraje mi conciencia hasta que tus brazos rodeaban mi espalda y mi nuca en un instante que rompío cadenas y desató nudos. No me juzgaste ni cuestionaste la efusividad con la que respondí a tu acongojo, sino todo lo contrario...

La idea de perfección aún abarca mi frente, realmente me abraza, me arrulla suavemente con un susurrar de palabras que, en tus sueños, desearías justo que mi boca pronunciara, y que, mas sin en cambio, mi mente repite a cada instante que se eterniza en la profundidad de nuestras aguas, esperando que el resplandor de mis ojos algún día pueda aclarar un poco tu panorama de sensaciones magenta y púrpura para que mi sol sea capáz de iluminarte un nuevo amanecer, tal cual como lo graficaste en tus fantasías...

-"Cada hombre es un misterio único"
Friedrich Wilhelm Nietzsche

No comments:

Post a Comment